jueves, 2 de julio de 2015

Vivir entre el Fango y el Arcoiris







-No llegues tarde Neto- dijo la fatigada  madre con voz temblorosa desde la cocina; y es que la niña Nena como le decían todos con cariño se quitaba la vida trabajando en la maquila para darle todo lo necesario a Netio su hijo y única razón de vida y alegría.Y sepa Dios y juzgue al igual que todos en el pueblo, sabían que Netio correspondía con creces esos esfuerzos, aparte de ser un jovencito muy bueno y educado era trabajador, emprendedor y muy sano (poco común en adolescentes de 12 años de la zona).

Sus vidas eran como la de todos los salvadoreños de escasos recursos, que luchan a diario contra situaciones que ni Dios quisiera enfrentar, mal viviendo en un país sin ley, en el que la corrupción de sus funcionarios parece entremezclarse con la sangre de las victimas de la delincuencia en la calle, sin que a estos les importe; aparte de lo anterior la escasez de trabajos y oportunidades hacen mas sensible la violenta situación que se vive.
Pero a Netio siempre lo ibas a encontrar por la calle con una sonrisa en los labios,  mientras trabajaba tomando fotos con la vieja cámara que dejó don Ernesto su difunto padre; aveces en la cancha, otras en el parque del pueblo, por no dejar de mencionar que también era el fotógrafo de cuanta fiesta había entre los vecinos, todo era ganancia para él desde su inocente punto de vista.Y todo esto mientras asistía a las clases en su desvencijada escuela
que mas que escuela parecía una "casa destroyer" infestada de niños pandilleros  con deseos no de estudiar y aprender sino de ganarse reputación ante sus lideres, de ese tipo de reputación que envenena y mancha el alma.Pero ese no era el caso de Netio el quería y deseaba aprender, mantenía una mente curiosa y noble, siempre era el primero en levantar la mano cuando el temeroso maestro hacia una pregunta, y digo temeroso pues el pobre maestro don Miguelito en muchas ocasiones había sido víctima de sus propios alumnos, que como una partida de bestias y actuando con toda villanía lo golpearon en dos ocaciones, en la segunda dejándole dos costillas quebradas y todo por aplazar una materia a uno de esos...cabe decir que el hombre ya esta entrado en años y es una víctima muy fácil, para esos cobardes, razón por la que vive entre el santo y el suspiro todos los días, cuidando de cada palabra que sale de su boca,  no sea que "esos" se sientan ofendidos.
Netio no pasa desapercibido para estos futuros y muy prometedores delincuentes. pero no se meten con el porque es el único al que le copian en el examen, y a parte de eso se echarían encima al pueblo entero pues todos lo quieren y admiran.
-hey hommie hay va el morro Neto, ¿que pedo, probamos la pipa?- dijo él "little chino" al "chajuaina". -¡No!, tas pendejo ya te dije que después lo vamos a ver solo, sin nadie que sepa ni mierda que le paso - dijo este último rascándose la 45 que le sobresalía por entre la cintura del pantalón.

-Era un viernes Santo, cuando la noticia recorría las calles del pueblo,... habían encontrado algo  que les robaba el aliento a unos,  y provocaba llanto en otros,....


Amanecía un día radiante y no es a menos era el jueves de la Semana Santa, una multitud de chicharras cantaban en los árboles de jocote que sacudía el viento, como fiel testimonio de la época que la mayoría de católicos fervorosos guarda en su corazón.
Netio se levanto de un salto, e inició sus labores, al prepararle el desayuno a la niña Nena que tenía que hacer horas extra en la maquila, trabajando turno nocturno y se encontraba muy vencida por los años, la pobreza y la explotación.
-mamá, levántese ya esta la comida servida- dijo mientras corría a descolgar la vieja cámara guardada en un estuche igual de viejo y polvoriento,- hoy voy al pueblo, tengo que tomar unas fotos de la iglesia para la misa de mañana-.
-no llegues tarde Neto- fue lo ultimo que alcanzó a oír de la temblorosa y cansada voz de su madre que para ese momento ya estaba en la cocina.
Neto siguió corriendo por una vereda desde la entrada de la casa hasta una pequeña ramada de granadas que tenían en el patio trasero justo allí guardaba el su fiel bicicleta, la que usaba pocas veces porque se le podía arruinar y rara vez tenía para comprar los repuestos,  que aunque no eran caros para el significaba dejar de darle algún gustito a la niña Nena.Pero ese día si que valía la pena arriesgarse tenía la promesa del padre Martin que si tomaba las mejores fotos de la fachada de la iglesia con el amanecer de fondo le pagaría con una buena dotación de víveres, algo que Neto no iba a dejar escapar para ayudar a su madre, << aunque sea unas libritas  de frijoles, arroz y azúcar ya nos ayudan a pasar la Semana Santa>>, pensó para sus adentros, mientras volaba a todo lo que da la bicicleta en dirección al cementerio un atajo muy usado para llegar rápido al pueblo.


- No podían dar crédito a lo que veían sus ojos,....en manos del agente de la PNC, es...¡es la cámara¡

Paso veloz por debajo del frondoso maquilishuat, que lo baño con un torrente de flores rosadas, siguió a toda velocidad deslizándose sobre el puente como un haz de luz  imparable, paso por las milpas de los Padilla gente amable y laboriosa; mientras recorría todas estas maravillas su corazón estaba feliz, era testigo de la belleza de la naturaleza, se deleitaba en las plantas, los árboles, la hierba, los pájaros, las escurridizas lagartijas, y los tímidos talapos, podía ver las flores danzar en el viento mientras emprendían el viaje a polinizar otros lares, se maravillaba del brillante color de las mariposas
y de su titubeante vuelo, disfruto del metálico sonido del río al arrastrar piedrecillas, <<¡ah que dicha es vivir en el campo! >> pensó para si mientras dejaba escapar un profundo suspiro.

...Y el policía deja escapar unas pocas palabras entre dientes, - la cámara estaba junto a un cadaver.....

Grande fue su espanto y horror de Neto cuando llegando a la entrada del cementerio vio como un grupo de jóvenes (no mayores a los 15 años), estaban dandole una paliza al pobre de don Miguelito, que inerte solo se limitaba a pujar de dolor entre patadas y puñetazos.
<<¡Hay Dios!, quizás lo agarraron cuando vino a enflorar a la niña Paquita>> se dijo para si en medio del terror al imaginar lo que podrían hacerle al pobre anciano. El viejo maestro tenía la costumbre de ir a enflorar la tumba de su amada esposa doña Francisca o "niña Paquita" como todos le decían con mucho cariño y respeto, la cual llevaba ya algunos años de fallecida.
Netio no encontraba que hacer y entre todo ese pánico solo se le ocurrió....¡click! Se escucho repetidamente seguido de un haz luminoso y segador del flash, Déjenlo en paz o los denunciare con estas fotos!- gritó a voz en cuello, sin percatarse que atrás de él estaba el "Little chino", quien con toda la astucia mal lograda en las calles lo tiro al suelo de un golpe e inició la mortal danza de patadas a la que los otros se unieron como aves de rapiña, envenenados por el odio y la violencia.Neto no sabia que estaba pasando solo sentía dolor en todo el cuerpo, los recuerdos iniciaron un triste paseo por su mente, momentos de felicidad vividos al lado de sus padres, los más dichosos de su vida, recordó con gran placer sus logros en la escuela, el cariño de la gente del pueblo, recordó el campo y las maravillas que a diario le apasionan, recordó la sonrisa de rebeca la niña mas bonita de la escuela, fueron tan fuertes las imágenes que por un momento disiparon el dolor de los golpes y le dieron una extraña sensación de tranquilidad.
-¡Te llego la hora perro!- gritó con odio el "chajuaina"mientras sacaba de su cintura la 45, que días antes habían robado a un vigilante, y apuntándole al pecho dejó escapar el mortal disparo,....

...Y el agente agrego con profundo pesar,... - si el cadaver de don Miguelito- , y los llantos de las mujeres del pueblo que estaban presentes emergió desgarrador desde el silencio.

Todo fue confusión en la mente de Neto, no daba crédito a lo que sus ojos veían, don Miguelito que se  había interpuesto entre él y el letal disparo, no sin antes gritarle ¡Corre Netioooo!, a lo que obedeció casi automáticamente y recobrando las fuerzas perdidas le arrebató la bicicleta al "canutero" que ya se había adueñado de ella, lo quito de su paso y salió como alma que lleva el diablo, mientras el temor y el pesar luchaban en su corazón por  ver quien dominaría.En ese momento podía darse por muerto si ellos lo cogian, era una suerte que ninguno de ellos anduviera en bicicleta, porque apesar que intentaron seguirlo y hasta le dispararon no pudieron contra la maestría que  tenía manejando su fiel bicicleta.
Pasaron las horas y  todavía no podía pensar con claridad, estaba dolorido y muy asustado, así que pensó en esconderse, en la vieja cabaña de los Padilla, la cual ya solo usaban como bodega, y rara vez alguien llegaba por allá.
Los duros golpes, el susto y la fatiga al fin cobraron su deuda y Netio cayó dormido en uno de los cuartos de la enorme bodega.

-¡Aquí esta!- grito el agente. -¡lo encontramos!- gritaron al unísono varias voces que lograron hacer mella en el profundo sueño de Netio, se despertó muy confundido, sin saber donde estaba, y fue entonces que recordó,...
-las personas se arremolinaban queriendo entrar a revisarlo, mientras le preguntaban si estaba herido,- mmm no, no...lo creo- respondió levantandose rápidamente y dirigiéndose al primer agente que vio. -¡Mataron a don Miguelito!- dijo con voz chillona, frotándose los ojos para no dejar escapar las lagrimas; - lo sabemos,...ya los capturamos a todos gracias a ti- respondió el policía, -¿a mi?- preguntó sorprendido, - si tu cámara estaba bajo el cuerpo de Don Miguelito y el negativo estaba intacto, solo fue cuestión de un rato para ver quienes eran los culpables.-dijo don Toribio, hombre de gran honestidad como de buen corazón. Lo que no le termino de contar fue la tremenda paliza que la gente del pueblo les había propinado, pensando en lo que le habían hecho a don Miguelito y posiblemente a Netio.

Era viernes Santo cuando se veía venir corriendo a la madre de Netio a abrazar a su pequeño, con lagrimas en los ojos se abrazaron << Gracias Dios mío, por cuidar a mi pequeño>> pensó la madre para sus adentros, mientras lo estrechaba con todas sus fuerzas contra su envejecido pecho.





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