domingo, 23 de agosto de 2015

Intentando Ser Salvadoreño

Las causas de la crisis en El Salvador, todavía no muestran su asqueroso y verdadero rostro al público, en lugar de eso se esconden entre las brumas y maniobras políticas, arrojando más oscuridad que luz a los problemas nacionales.

Por otro lado el despertar del pueblo es lento y con una profunda y marcada tendencia a sostener la "polarización política" que nos carcome como la roya.

Mientras que la delincuencia, corrupción y la innegable negligencia de nuestras autoridades no hacen más que mantenernos con los rostros hundidos en la mierda,... mierda en la que ellos son los reyes supremos. No es la intención de un servidor ser un fatalista pero por el momento no hay mejor postura que puedan tomar mis palabras; las cuales cambiaría gustoso si otras fueran las circunstancias de vida del pueblo salvadoreño.

Es por esta razón que oriento mis palabras a generar una opinión, recordando que es el pueblo el que al final tiene el poder de cambiar todo.Ni los políticos ni los pastores y mucho menos las lacras como los delincuentes y mareros,...ninguno de ellos tienen el poder que ostenta el pueblo claro, que aquí el pueblo todavía no lo sabe o no quiere darse cuenta, y es muy importante que alguien le recuerde al pueblo el enorme poder y la obligación que tiene de ejercerlo.He aquí tres cosas a tener en cuenta a la hora que los bombardeos mediáticos vengan a atormentarnos diciéndonos que pensar, hacer, como vivir y como morir.

El principal derecho de todo ser es el derecho a la vida, no hay otro bien que pueda ser mas valioso que la vida misma, por tal motivo debe ser protegida y garantizada tanto por el estado como por la sociedad civil, permitiendo que el o los individuos de una sociedad puedan disfrutar de este derecho llevando ante las leyes a quienes atenten en su contra.
Realizando las debidas modificaciones de ley y actualizando las penas para que sean duras, contundentes e implacables contra esos delincuentes y asesinos que tanto daño nos están haciendo.
¡Dejar de sufrir las calenturas políticas!, es muy visto que en tiempos de contienda electoral el pueblo siempre tiende a tomar partido casi a niveles de fanatismo por sus candidatos favoritos. Pelean, se gritan y rasgan sus vestiduras (los políticos) por influir en la opinión pública, pero luego de ese acalorado circo nos vemos sumergidos en un abandono y una desidia por parte de aquellos que otrora nos suplicaban nuestro voto, y es un ciclo que se repite ¡como la gripe!, molesto e innecesario, es suficiente con que el electorado despierte y vea su verdadera naturaleza, es el pueblo el que tiene el sartén por el mango no los políticos, es el pueblo quien los elige, es el pueblo quien paga sus extravagancias, ellos (los políticos) son ciudadanos como nosotros tal vez con unas obvias diferencias, ellos casi siempre pertenecen a un circulo social más burgués, tienen acceso a una mejor educación y oportunidades pero por dentro hay sangre y huesos como los nuestros no hay porqué venerarlos ni besarles el culo.
Investigar, leer e informarnos siempre es una poderosa arma, y es un método para dejar de ser los típicos borregos que son guiados por pastores, políticos y ¿porque no decirlo? hasta los mareros deciden nuestro futuro hoy en día, y es un futuro incierto y oscuro el que nos prometen; dejemos de ser las víctimas ignorantes de tanto inescrupuloso que solo pretende lucrarse a nuestras costillas, si te informas creas criterio de opinión, por ende puedes influir positiva o negativamente en tu entorno político, <<es mi más profundo deseo que sea en favor del bien del pueblo>>, los burgueses y líderes corruptos temen al conocimiento y por esto tejen complicadas redes de desinformación mediática. El internet y las redes sociales así como los blogs y foros de opinión son una gran fuente de información claro no está libre de manipulación pero es una gran herramienta en nuestras manos y es de afilarla con todo nuestro potencial para que sea capaz de herir o matar esa ignorancia mediática en la que estamos sumergidos. Es la intención de mis palabras abrir una brecha en la mente colectiva para dejar de conformarnos con esta sub vida que nos permiten tener, estamos mal viviendo y muriendo en el intento cosa que no es digna y mucho menos justo.Como salvadoreños tenemos derecho a soñar, vivir y gozar de armonía y paz, sin tener que bajar la cabeza hasta la mierda para obtenerla, por nuestros hijos, hermanos, padres y madres que han perdido la vida en el intento de ser y vivir como verdaderos ¡SALVADOREÑOS!.

 

 

miércoles, 12 de agosto de 2015

Negociando Con El Diablo

 

Es más que evidente como el país en los últimos años ha caído en una espiral de violencia descentralizada, como un huracán de muerte y destrucción, dejando un reguero de víctimas y una sensación de inseguridad, pero de eso ya hablan los noticiarios y periódicos, pero el incremento de muertes es un duro testimonio que algo esta mal en nuestro sistema legal, político y social, sumado a esto vemos un gobierno y autoridades que no pueden garantizar la seguridad de los ciudadanos.

¿Hasta cuando soportaremos?, es una pregunta que solo podremos responder cuando nos lleven al límite de nuestra resistencia, somos un pueblo muy estoico, pero eso no quiere decir que soportaremos por mucho tiempo que se nos extorsione, se nos asesine o violen nuestras hijas e hijos.En los últimos días los "terroristas" (pandilleros, mareros, delincuentes etc) se han centrado en realizar ataques cobardes a la corporación policial y militar en la estúpida busca, de un diálogo con el gobierno, diálogo que si se llegara a dar estaría manchado con la sangre de miles de salvadoreños que han pagado el precio más alto, ¡ese que pagan los mártires!.

Vemos impotentes los noticieros, en los que las víctimas son mostradas casi como trofeos de esas bestias, mientras que <<estos animales>> haciendo esas epilépticas señas de pandilleros ríen a las cámaras a la espera de su liberación a manos de algún juez corrupto o extorsionado.

¿Donde están "los derechos humanos" a la hora de defender a las víctimas?

Contrato de Sangre-.

Cuenta la leyenda que para hacer un pacto con el Diablo ,se debe firmar el contrato con sangre, parece que se sobre estima el valor de la sangre , ya que en El Salvador a diario es derramada la sangre de gente honesta y trabajadora, me da la impresión que el mundo giro su rostro indiferente al padecer de mi pueblo, no hay contrato divino o maligno que valga la pena a tanta sangre derramada por mi gente.


Negociando con el Diablo-.

Según el señor Raúl Mijango ( defensor, mediador y vocero de pandilleros) la única solución a esta situación es que el gobierno se siente a dialogar con estos grupos delincuenciales, y llegar a acuerdos beneficiosos para las partes, esto en base a garantías que se pondrán en la mesa de diálogo. ¿PUEDE HABER ALGO MAS ESTUPIDO?, ok suponiendo que el gobierno acceda,...¿Bajo qué condición moral negociará?, tomando

en cuenta las muertes de policías, soldados, transportistas, estudiantes, empresarios, y esto sin tomar en cuenta los ataques a instituciones como el Parlacen.Entonces me hago la pregunta ¿Será tan descarado el señor presidente Sánchez Ceren de hacer un trato con el diablo?,no es por darle votos a su integridad y honestidad << ya que hasta el momento ningún político tiene mi simpatía y confianza>>, pero creo que un trato con asesinos y terroristas de este nivel esta fuera de cualquier termino de entendimiento.

En la gestión Funes se intentó comprar con este tipo de acuerdos la paz, resultando ser una paz efímera, en la que los pandilleros salieron mas que beneficiados, pero ¿y el pueblo?, ¿dejaron de robar,extorsionar,asesinar?, la respuesta lo dicen los periódicos al mostrar el incremento de muertes diarias, muertes que en algunos días del mes pasado (Julio-015) fueron de ¡una muerte por hora!, en vista de esto es mas que evidente que no se puede negociar con el Diablo sin perder el alma en el proceso.

 

 

 

 



 

 

viernes, 7 de agosto de 2015

¡Un Poco de Lo Nuestro!

Tercer fruto del matrimonio de Don Rafael Heredia y Doña Zoila Paz Suárez; Leonardo Heredia nacería en el año de 1930 en el Barrio de San Miguelito, dando inicio a una vida llena de limitaciones y futuros éxitos.

Don Leonardo HerediaDon Leonardo Heredia fue "la voz" por excelencia en la radio difusión salvadoreña y centro americana, siendo muy prolijo en desarrollar sus habilidades y talentos así como esa voz que solo el creador pudo proporcionarle, voz que cautivo audiencias y permitió que El Salvador contará con uno <<sino el mejor>> locutor, comunicador y presentador de su historia.En esta ocasión quiero mostrarles uno de sus trabajos, que a bien de ser salvadoreños seria pecado imperdonable no conocer, me refiero a su "Charada en che", divertida, autóctona, creativa y muy singular, pero por sobre todo muy salvadoreña.

<<Abajo dejo el link (en la imagen del radio)para que puedan disfrutarla en audio con la incomparable voz de Don Leo.>>

La Charada en "Che" De Leonardo Heredia

No sé si los lingüistas y antropólogos estarán de acuerdo pero yo creo que debido a la influencia del Nahuatl y el Maya -lenguas ricas en los sonidos parecidos a la ¨che¨-; el Español que hablamos en El Salvador, tiene muchas palabras con ese fenómeno. Las hay de origen Nahuatl y Maya. Otras son anglicismos y galicismos y muchas son inventadas por el pueblo. En todo caso, existe una marcada tendencia por la adopción de términos procedentes de otros idiomas, en los cuales, interviene el sonido de la ¨che¨, o la ¨she¨; como mariachi, chévere, chofer, cachar, shutaso, closh, guachar, etc. Estas palabras tienen garantizada como una mayor vida en el proceso evolutivo del idioma; porque son las que tienen cambios semánticos con mayor frecuencia y se enriquecen con nuevas excepciones. Eso las mantiene actualizadas, robustecidas y vigentes en el proceso de selección. Su adaptabilidad no sólo les permite una mayor permanencia; también les da mayor frecuencia de uso. Sobre todo en los períodos de cambio entre una vieja y una nueva excepción. Hay palabras como chunche, chingar, cholotón, pacho, chiche, y muchísimas otras que significan dos o más cosas.

En el siguiente cuento, tal vez se ha abusado, pero nunca se han forzado el uso de las palabras con ¨che¨. Fué escrito para demostrar que es posible contar toda una historia en ¨Salvadoreño¨, que sólo un Guanaco puede entender a cabalidad. Finalmente debo aclarar que esta no és una característica exclusiva de El Salvador, más bien, es general en Indio-América, y obedece a razones similares. El cuento se titula: Charada en ¨Che¨ Pues si es que el janiche del Chema taba todo amelarchado, bien achorcholado, por que su china-la Chave- se había marchado de puro capricho pa Chalate con el chele Chente.De la gran melarchía se puso cherche, cherche y bien pechistío. Ya ni las chengas le pasaban el buche. Se le atoraban haciéndole güegüecho. Estaba tan achicopalado que ya no chuliaba cholinas. Andaba todo desguarranchado y ni los talaguashtazos de Chaparro le bajaban la chorcha. Taba que ni cachaba ni pichaba. Parecía deschabetado. Pues ¨chis”-se dijo un día-. Son chingaderas achicopalarse. Me voy pa Chalate y a la chingada con el achique y la chorcha”. Agarró sus tiliches y chunches, volvió un sólo chingaste el cuchito en que tenía un su chumazo de chimbimbas, juntó algunas chuyas, se enchutó una cachucha y la chumpa acolchada y salió echo un cachinflín en una garnacha toda desconchinflada donde un su cuatacho-que era chafarote-, de la chichera; y que antes había sido de la choricera; en tiempos del cuchumbo Osorio; y más enantes todavía-tlacuache en el chiquero, y que conocía Chalate al revés y al derecho. El chafa se llamaba Loncho, pero le decían lancha, porque era nalgas pachas. Estaba en gran deschave con una su bachiche' monte y le contó puras guashpiras. Le dijo chuladas del pueblucho. Y el chumpe del janiche que era chiche pal enganche se fue en la chicaguita creyendo que iba ser puro chotiar. Y como era pate chucho, en un chasquido se puso en Chalate. Llegó con fachas de puro choferote. Chamarra, cachucha, cincho ancho, cuereta en la derecha, y hasta pantalones con cachirulos. Sólo botas de charol le faltaban para parecer chota motorizado. Chambiador como era, en un chas se cachó un changarro. Se enchilló, y montó un su cheje pa hacerle la lucha. Le puso El Chichimeco. Lo chainió bien. Lo dejó bien chulo. Chelió las paredes, chilacotió las puertas, desmochó los chiribiscos, enchongó la fachada, taponió las chorreras del techo y colgó chilindrines y campanitas chinas; y hasta puso un su Niño de Atocha pa que le diera leche. Y empezó a hacerle la cacha vendiendo sus chuncheretes, chuchuerías, chivas y calaches. Cachanflacas pa tirar chirolones, cachimbas de elote, machetes, cuchillos y cutachas. Panochas de Suchitoto, cucuruchos de cacahuete chamuscados, charras tapachultecas-de mariachi-. Naranjas de Chinandega, majonchos, chicozapotes y cuchamperes. Chilíllos y guaraches de puro cuero e cuche. Ponchos, chivas y colchas chapinas. Sacacorchos y destapa chibolas. Capiruchos y chintas de palo. Caparachos de carey, hachas, piochas y serruchos. Caramancheles y cachanflacas. Chachamas, chancacas y chambergas. Horchata, fresco de chan, chipiona y charamuscas. Picheles y cucharas de peltre. Pichingas charoliadas que parecían de china. Chinchorros de hollitos estrechos-especiales pa chimbolos. Melcochas y chupabesitos. Raíz de chichipince, achote y chilindrón. Alguashte, guachipilín y cuchansayo. Chinches pa chancletas, tachuelas, broches y remaches pa cinchos y guaraches. Chacaleles de colores chillones. Piscuchas coleadoras de papel de china. Catochas, perchas, chachaguatas, y chongas. Panes con chumpe, chorizos, chimbolos secos, y hasta chiltotas, guacalchías, mapaches, tenguereches, y pichiches disecados. Y de contrabando, cushusha y chaparro. Al ladito le quedaba una chichería-que de noche se volvía venta de shuco, con chojoles -chilipucas. Y ponche caliente, casi sin leche y con mucho chaparro. Los sábados jugaban Chingolingo, y los domingos vendían chilate y pupusas de queso y chicharrón. Era de una vieja chachalaca que dizque parchaba. Pero eso era puro chambre. Por que vivía con un su chivo bien pichón que se veía bien machito. Con el tenían un bicho, medio chabacán y más chambroso y chismoso. El fué el que llegó con el bonche de que al chele Chente le había llegado el chambre de que el janiche estaba en Chalate. Y que andaba encachimbado buscándolo para romperle las jachas. ¨Pues que chúchicas¨-dijo el janiche-. ¨Yo no vine a Chalate a buscar bonche. Pero eso no quiere decir que me va a chunguiar mucho. Yo le voy a empeinetar un machete en la chola y se lo voy a dejar como chonga. O cuando menos le hago un par de chindondos que le queden como cachos¨. ¨A mí no me vá a achicar porque yo no soy churumbel y mucho menos su cholero¨. Y afiló tamaña pechetrina en una piedra pacha. Se echó la chamarra más llena de hilachas -por las cochinas di hule-. Y salió hecho una chinchintora a buscar al chele Chente. Lo halló bien cachazudo apachurrando corcholatas de chibola en una chifurnia por la champa del choco Tancho; famosa por sus bocas de concha, chacalines, sopa de chipilín, chilaquiles y enchiladas. ¨¿Vos sos el chele Chente, hijue la chingada? ¡Achís, más hijue la chingada serás vos pinche janiche chambón!. ¡Pues yo seré janiche y hasta jincho chuña si querés, pero soy macho y muy derecho. No chiribisco ni chanchuyero como vós, chimado! ¡Andá chapaliá mierda, y de paso te hartás un cuchumbo de churria janiche rascuache! Y se engancharon a chingadazos. El janiche sacó la pechetrina y le arrió el primer chuzazo. El chele nomás se enconchó. Y se hizo más peche para safarse el chajazo. El Chema con el envión quedó parado medio chueco y el Chente aprovechó el chance para zamparle un chutazo en la chimpinilla y tirarle una ganchada que le dió en la pura chata y le dijo: ¨chingado janiche, te sentís arrecho porque traés cutacha. Vos estás creyendo que porque los chuchos son cachudos van chiflando”. “Te vuá dejar cholco de una ganchada para que aprendás a pelear chuco, cerote¨. ¨Chale, hijue puta¨. Echá riata sin dicharachos¨. Y más encachimbado el Chema se agachó como que era chango. Y en el enderezón le dió un chajazo en la choreja que le sacó el achote. ¨Chúchica¨-dijo el chele Chente-.Se desabrochó el cincho y le arrió el primer chilillazó que nomás chasquió al choyarle el cachete y lo dejó viendo un gran chisperío como que eran güishtes. Se había echo el bochinche. la chusma los chunguiaba. ¨Vos sos macho janiche¨. ¨Volale la chata Chente¨. ¨Sacale el chojole, Chema¨. ¨Ese es puro gallo choron, vos¨. Enderesale la jacha de una ganchada¨. Te lo llevás pachito, Chente¨. ¨Quitale la cutacha y se la enchutás en el chunchucullo¨. ¨Apachale le golilla para que aprenda a gallo chinguero¨. ¨A ese te lo llevás chiche, janiche¨. Una cholera-Shashaca-pegó un gran chillido al ver al Chente que se acuchulló para pepenar un gran chirolón que le arrió a la mera chirimola. Si el janiche no se agacha, le hubiera chapiado las greñas con solo el choyón. ¡La leche del Chente!. ¡Y no justo llegaban los chontes y le va dando el chipustazo a un cuilio colocho que casi le parte la chola, pues! ¡A no, hijue la gran chucha. Hoy te chingaste! ¡Este chindondo lo vas a pagar en chirona. Te vuá enchaquetar la capucha Chele hijue puta! Y no faltó un chusco bayunco que echara la puya haciendo la voz de chiquito”. ¡Te la cachaste por metiche, chota hijue puta! Y se armó el zafarrancho. El chonte colocho y otro chapudo y bien cholotón con el que andaba enchachado sacaron machete, y encachimbados empezaron a repartir chaflanazos a izquierda y derecha. Y salió la jinchada echa un chichipuste como que era mancha de chapulines. En la gran chaqueteada chocaron con unos mariachis choquitos. El que charranganiaba la guitarra quedó enchutado en un matocho de chichicaste; y se le hicieron un chingo de ronchas. El del toloche voló como que era cachinflín porque era bien pechistío. Y al de la chirimilla le quedó el chunche enchutado hasta el buche, y apenas le salía por la jacha como que era mamá Cachimba. Bueno, volaron mariachis y talaches como que era chiflón. A un billetero curcucho casi lo planchan y lo dejan derecho del chaflanazo que le dio el chota morocho con el puro plan del machete. A una china timpirichuda se le enganchó el chal en el que chiniaba al chirizo-como las jinchas chapinas-; y aterrizó como que era lancha achaflanada en un charco de chanchos- que de pura chiripa era pachito-. Cayó de chunchucullo, con las chernas para arriba. Y se le vió toda la panocha en forma de concha; y la gran chorcha -cómo que era moco e chumpe. Quedó toda chorriada y llena de chirustillos. El chichí se puso chapudo del puro berrinche. Pero no chilló. ¡Y como, pues! ¡Si se había tragado el chupón con todo y chin-chín! El janiche y el chele aprovecharon el desguarranche para zafarse por una trocha que paraba en el rancho de un su cuatache del Chente. Prestaron el chorro pa chainiarse un poco. Nomás salió un chilguetío. Y a puro pashte y jabón de cuche se tuvieron que lavar las chiras. El janiche Chema tenía hinchado el cachete del gran cinchazo, y le habían brotato chimbombitas. Y a cada chollón del pashte le chamuscaba como que era chile chiltepe. Pero hinchando los huechos se aguantó la chinga. El Chente echaba un chilguete de achote por la choreja chasajiada y se estaba poniendo bien neshte. Pues se lo tancaron con un chipuste de hojas de chilamate machacadas con chichilhuite de pichiche, y raíces de chichipince. ¡Chúchica!. ¡Por un cachito y te descabecho! Dijo el Chema mirando a los ojos del Chente! ¡Perdonáme Chele! ¡Chis, mejor perdoname vos Chema. Que del chilillazo casi te choquello! ¡Señá para ver, hum! ¡Son chingaderas. No vale la pena achicopalarse! ¡Y todo por haberme chimado a la Chave , que resultó peperecha internacional. Porque desde catrachos, chapines, y chochos; hasta chinos, chicanos, chilenos y negros muruchos, le han enchufado el pipiriche! ¡Pues si es verdad, hum! ¡Mejor hagamonos cheros!, ¡Chocala! El chele sacó una pacha y se echaron un par de pihuashtazos. ¡Salud! ¡salud! ¡Mirá, mejor chinguemos a la Chave porque para esto que nos ha hecho, de plano que no hay derecho!¡Pues si! ¿Pero como chuchicas, vos? ¡Achís mirá , es chapupa, homb!¡corramos la ficha de que la chota me enchironó por chichipate y bochinchero y que me echaron ocho días. Luego, en la noche, nos tapamos con unos guangoches y nos escondemos en unos charrascales cerca de la choza para ver si llega algún chivo. Preparamos chirriones con tronchos de chiriviscos y los untamos de chichicaste para que chamusquen los chilillazos. Esperamos un cachito hasta tantiar que ya estan chulones, bien apechugados en la chimadera. Entonces nos trepamos al techo. Les caemos como cacahuetes. Los cogemos de las grenchas, y ¡chacás, chacas!, les damos en las chernas, en las chiches ¡chacás, chacás! en las jachas, en las nachas, en el pecho. Y hasta en el picho y en la panocha. Y seguimos ¿chacás, chacás! hasta que chillen como guacalchías y les queden los chirrionasos marcados como chajazos! ¡Achís, suena arrechito! ¡Démole pues, hombe! Desde esa fecha, el janiche del Chema y del chele Chente se hicieron compinches de chupas, chingas y fechorías. La Chave agarró para Chalchuapa, y se metió de cholina con unos gachupines. Y dicen los chismes que le enchufaron de apodo: ¨Chavela la Charrasquiada ¨.


Charada en Che -audio-

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LA INSURRECCIÓN PEDORRA DE LOS GORGOJOS

  Aquellas voces de insurrección de la oposición poco a poco se tornan mudas ante la indiferencia del pueblo, estos  parias poli...