domingo, 9 de junio de 2019

Nayib Bukele y una nueva visión para El Salvador

  • La observación del entorno político nacional, nos permite darnos cuenta de todos esos leves y en ocaciones  abruptos cambios que  a bien o mal afectan la vida de una sociedad estigmatizada por sus políticos.
Desde la nefasta historia con los gobiernos de tendencia militar que nos marcaron por su brutal reprensión, pasando por una nueva derecha despota que hizo del cinismo y la corrupción toda una escuela, tanto así que su mejor alumno resultó ser una izquierda que se auto proclamaba defensora de los derechos del pueblo, con una clara cubierta populista llena de falsedad e ideología prestada de bloques comunistas que demostraron ser todo un fracaso en sus países de origen. Debido a lo anterior el pueblo comenzó a desconfiar cada vez más en los políticos, las instituciones del estado y en los medios de comunicación "medios que casi siempre guardaban simpatía al gobierno en turno fuera la afiliación que fuera", está situación de ires y venires en el campo político y social comenzó a generar en la gente común una fricción entre lo que los políticos ofrecían, lo que cumplían y lo que el pueblo percibía como beneficio, aveces siendo tan abismal e incongruente lo que la gente esperaba en comparativa a lo que recibía.




El terreno ya había sido preparado, era fértil y el clima propicio para que surgiera el nuevo fenómeno político, algo que en "apariencia"era aleatorio; aunque yo tengo la sospecha que todo fue una perfecta jugada de ajedrez, sin importar si fue planeado o no, esto tenía que ocurrir, un político diferente tanto en su imagen  como en su metodología, con una filosofía que rompiera la tradición ortodoxa de los partidos de siempre, apartando a la gente del "bipartidismo" que tiene años enquistado en nuestro sistema político y social y mostrando una vía alterna al creciente anhelo del pueblo a tener una  verdadera representación política, confiable y que vele por los intereses de esa mayoría olvidada por las dos fuerzas políticas tradicionales.

  Es allí donde solo se necesitaba a un hombre o mujer con ganas de marcar una diferencia, de trabajar en pro de la gente, valiente para criticar lo malo que su partido hiciese, alguien que antepusiera los valores familiares al vacío libertinaje que ofrece la opulenta vida de nuestros funcionarios; y sobre todo con capacidad para hacer mucho con poco. A Nayib muchos lo comparan con Mauricio Funes, diciendo que están cortados del mismo lienzo de tela y con la misma tijera, ¡algo de lo más descabellado! Y lo digo porque sería imposible y por las diferencias  que se pueden observar entre los dos;  verán...

Mauricio Funes: Un hombre que tenía una elocuencia contundente, muy buen comunicador pero que venía arrastrando varios factores que en su tiempo no los percibimos, tenía tendencia al narcisismo, egolatría,y resentimiento alguien que venía de fracasar en sus relaciones de pareja una y otra vez, que se le atribuían desórdenes por drogas y alcohol, pero que a pesar de todo eso logró coronarse como presidente solo para ser la decepción de un país que le dio su confianza y cariño, y ahora la historia lo tiene encasillado como un hombre cobarde que huye de la justicia en Nicaragua y que además fue condenado por robar al estado, en resumidas cuentas un simple y vulgar ladrón.


Nayib Bukele: Político elocuente y joven empresario, nacido y formado en un seno familiar con valores y principios, a pesar de ser   alguien  que a su corta edad (en comparación a la mayoría de dinosaurios políticos que tenemos) ha ostentado cargos políticos de relevante importancia ha mostrado mucha capacidad para administrar los bienes del estado que representa, tanto así que sus obras el pueblo las percibe con agrado, desempeñando muy buen papel como alcalde de San Salvador, anteponiendo a la gente y sus necesidades por encima de las acostumbradas burocracias de los ediles anteriores. Algo digno de mencionar es la  relación con su esposa que a diferencia de Funes nos  deja entrever respeto y admiración mutua, siendo su esposa una mujer muy preparada, con  amplio criterio  y profundos valores  familiares (algo ideal en una futura primera dama).

  Por estas obvias diferencias Nayib Bukele y Mauricio Funes  están tan distantes y en constante disfonía  




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